Hablemos en primera instancia sobre qué es el cáncer. El cáncer sucede por la reproducción descontrolada o pérdida de control en el crecimiento de células, lo cual puede ocurrir en cualquier órgano del cuerpo humano. Sus causas pueden ser genéticas, por el estilo de vida o indeterminadas, de acuerdo sea el caso. El estilo de vida representa un factor crucial en la aparición del cáncer al igual que en otras enfermedades.
Tenemos dos factores que inciden directamente en la enfermedad, nos indica la Doctora Débora Arosemena, Nutrióloga del Hospital Paitilla
La grasa está directamente relacionada al cáncer de colon y mama, mientras que la falta de fibra en la dieta puede promover los cánceres gastrointestinales y el exceso de colorantes en la dieta está relacionado con el cáncer de vejiga.
Hay un punto interesante, nos resalta la Doctora Arosemena y es que algunas tendencias o dietas incluyen en el renglón de azúcares refinadas los carbohidratos con almidones, como el pan, el camote, plátano maduro, zapallo y otras fuentes de energía, tan necesarias en nuestro balance nutricional y que a veces eliminamos sin razón. Su consumo igual debe ser moderado, pero su valor en nuestra alimentación es de suma importancia.
“En Panamá la alimentación autóctona incluye muchos carbohidratos, que encima están fritos, como el patacón, la hojaldre y la tortilla. Además, nuestra dieta por naturaleza incluye la ingesta de carne roja o embutidos hasta cinco veces por semana, o más. Sumado a esto, tenemos la alta ingesta de azúcares en nuestra dieta diaria”, señala la Doctora Arosemena como punto de partida a tomar en cuenta para la construcción de una dieta más balanceada por nuestra salud general.
Una forma muy simple es el manejo de los colores de los vegetales y frutas para conocer su aporte. Por ejemplo, vegetales verdes, rojos o naranjas, morados como la berenjena, son los que debemos favorecer. Tenemos también las fuentes proteicas vegetales, como las lentejas, porotos y arvejas que nos ayudan a reemplazar el consumo de carnes rojas. Cabe destacar que las carnes blancas como el pollo y el pescado si son recomendadas en mayor proporción que la carne roja en una dieta balanceada.
Una vez recibido el diagnóstico de cáncer, debemos entender que es una enfermedad que desgasta y consume al organismo y tendremos que prepararnos para la posibilidad de someternos además a una cirugía y recibir quimioterapia o radioterapia, que también son tratamientos desgastantes, porque acaban con los nutrientes que tiene el paciente de depósito porque los va a utilizar para esa demanda que tiene de reparar. He ahí la razón por la cual la nutrición del paciente cobra una relevancia mayor.
La asistencia nutricional, como la da el Centro Oncológico Hospital Paitilla juega un papel crucial en el tratamiento integral del paciente. Un ejemplo muy claro es un paciente obeso. Debe bajar de peso para llevar mejor el tratamiento sin dejar de estar bien nutrido.
Sabemos que es muy probable que un paciente oncológico experimente pérdida o disminución del sentido del gusto, náuseas, vómitos y diarrea que hacen aún más incómodo su tratamiento. Para ello, la Doctora Arosemena recomienda crear un menú de acuerdo con los gustos del paciente, que puede incluir alimentos en su forma semisólida o líquida para que sean mejor tolerados. También se pueden fraccionar los alimentos en porciones menores. Siempre buscando alimentos de alto valor proteico con un balance de grasas buenas y carbohidratos, ya que la reparación celular es el primer desafío para el paciente.
La inclusión de bebidas nutricionales o complementarias en la dieta del paciente se basan en bajo de peso o compromiso del organismo. “Siempre se busca tratar de mantener la vía oral, semisólidos con buena nutrición o líquidos que le aporten los componentes nutricionales que necesita” indica la Doctora Arosemena. Ejemplos sencillos serían añadir huevo en la sopa, zapallo, lentejas, que van llenando los depósitos que necesita el paciente. Si aún así el paciente experimenta la pérdida del apetito y de peso y se estima que no se van a cumplir los requerimientos nutricionales, se pueden añadir bebidas nutriciones para garantizar que obtenga los nutrientes que necesita
Tocamos aquí otro punto muy importante y es la tendencia a auto recetarnos vitaminas o suplementos sin un sustento médico. A esto la Doctora Débora Arosemena nos indica que “las vitaminas y minerales deben venir de los alimentos” como primera fuente. Es nuestra responsabilidad llevar esta dieta balanceada para prevenir el cáncer y otras enfermedades por ejemplo con vegetales verdes crucíferos, como el brócoli, acelga, kale, vegetales de color que proveen los betacarotenos y otras vitaminas. La vitamina A que es un anti radical, en el tomate, Vitamina C en la naranja, kiwi, mandarina y otros cítricos.
La leche ha sido desestimada por muchas nuevas tendencias nutricionales y dietas, sin embargo, es uno de los alimentos más completos que hay. Tiene calcio, vitaminas A y D, además de grasa, carbohidrato y proteína, los tres elementos nutricionales que necesitamos. De acuerdo con la condición del paciente, puede suministrarse en sus variaciones deslactosada o descremada para no afectarle.
Acerca de Hospital Paitilla
Fundado en 1975, el Hospital Paitilla es un hospital privado de atención de tercer nivel, el cual forma parte del Grupo Hospiten. Cuenta con un prestigioso grupo de profesionales en todas las especialidades médicas y más de 600 colaboradores. En la actualidad, ofrece una amplia gama de facilidades hospitalarias y de servicios técnicos, diagnósticos y terapéuticos. Desarrolló el portal de resultados que permite conocer en línea los datos de los exámenes de laboratorio y radiología y actualmente se encuentra en la primera fase de reforma estructural y tecnológica de su plan maestro.
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