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Lo que la Futura Mamá debe saber - Hospital Paitilla

Escrito por Hospital Paitilla | 12/12/2018 12:00:00 AM

Toda futura mamá ha recibido el consejo “Ahora tienes que comer por dos”,  cuando se encuentra en la etapa del embarazo y lo cierto es que este consejo se vuelve la excusa perfecta para comer en exceso cualquier tipo de alimento, lo que puede ser un peligro para la salud de ambos. Descubre cómo debe ser la alimentación en el embarazo.

La Dra. Kerima de la Ossa, Ginecóloga Obstetra del Hospital Paitilla, explica que la alimentación es lo más importante en el embarazo, el comer por dos no es recomendable, inclusive es imposible que la embarazada duplique la cantidad de comida.

La alimentación en el embarazo

La cantidad de peso que debe aumentar en el embarazo depende  del peso pre embarazo, si la persona se encuentra en un índice de masa corporal, suponiendo que está entre los límites normales, el peso que debe aumentar es de 25 a 35 libras, a excepciones de pacientes que entran a esta etapa con bajo peso, se aumenta un poco más. En el primer trimestre para fines prácticos no se debe aumentar nada, o inclusive en algunas pacientes se suele disminuir el peso por las náuseas, vómitos y la adaptación de la alimentación. Para el segundo y tercer trimestre se debe aumentar en promedio de una libra por semana, por esta razón se realiza un control de peso en cada cita, es importante resaltar que este aumento no solo se refleja por consumo de grasa, el depósito de grasa contribuye de 6 a 8 libras.

Aceites y Grasas

Generalmente cuando se escucha la palabra “grasa” el rechazo y pensamientos negativos predominan en la mente de la futura madre, pero aunque cueste reconocerlo, la grasa es importante para el crecimiento de la placenta y para el crecimiento de los órganos del bebé. ¿Qué Grasas se deben ingerir en el embarazo? El requerimiento de grasa que necesita una embarazada al día es el equivalente de 6 cucharaditas de aceite vegetal, las grasas saturadas o grasas vacías, aquellas que encontramos en la comida chatarra o golosinas, son las que debemos evitar consumir.

Mitos del consumo de alimentos

A través del tiempo se ha creado una serie de mitos respecto a que se debe comer y que no, uno de estos es el consumir mariscos, los mariscos son una importante fuente de omega 3 y ácidos grasos, que sirven para el desarrollo del sistema neurológico del bebé, se debe comer entre ocho a doce onzas que en porciones son de dos a tres veces por semana.   Existen algunos mariscos que son altos en mercurio, metal que puede ser tóxicos para el desarrollo del bebé, comúnmente se encuentra en el pez espada y tiburón pero actualmente este marisco no tiene demanda en Panamá, resalta la doctora De la Ossa. Los mariscos que son seguros para el consumo de la embarazada son:

  • Los camarones
  • Las tunas enlatadas
  • El salmón cocido
  • Las sardinas

Al igual que el mito de los mariscos, el café se vuelve una bebida poco consumida por las embarazadas. Al contrario de lo que se pueda pensar sobre la cafeína en el periodo de embarazo, esta es una bebida que no afecta al crecimiento del bebé, ya que estudios han comprobado que una taza de café de doce onzas tiene los requerimientos de cafeína que una embarazada puede tomar por día, teniendo en cuenta que ya consumido el límite de cafeína por día, la embarazada no deberá ingerir ninguna otra bebida que contenga cafeína, indica la doctora De la Ossa.

Las Vitaminas o Minerales

Siempre está la pregunta de cuantas vitaminas debe tomar y cuáles son las que necesito para fortalecer el crecimiento del bebé, lo cierto es que si no existe una deficiencia demostrada, por lo general el aporte necesario es suplementado en su gran mayoría por la dieta, siempre y cuando esta sea adecuada.   En el embarazo se debe tener como prioridad el consumo de vitaminas como el Ácido fólico y el hierro. El ácido fólico ayuda a evitar que los bebés salgan con defecto de tubo neural (problemas en el cerebro o médula espinal). En el caso del hierro, una paciente que está en embarazo debe ingerir el doble de hierro que una persona que no lo está, en el caso del calcio, no es necesario un consumo extra, si se ingiere suficientes lácteos en los alimentos.