1. Las recurrentes quejas de si están listas las escuelas o no, de si están sucias o limpias, de si tienen buen material para robarse, y, para cuándo planeamos la próxima huelga de maestros.
2. Las infecciones respiratorias por excelencia, algunas gastrointestinales, las conjuntivitis epidémicas como también otras epidemias, y, afortunadamente, pocas de ellas graves, pero sí con tiempo de ausentismo escolar importante. Por eso, lo primero que tiene Ud. que hacer como responsable padre o madre de familia, cualquiera sea el tipo de su familia, es ¡revisar las tarjetas de vacunas de sus hijos!
¿Están al día? FELICITACIONES ¿No sabe si están al día? PASE POR LA CONSULTA ¿No están al día? VACÚNELO
Las escuelas por convocar niños y estudiantes suelen ser sitios hacinados. Por ser sitios de niños y estudiantes de diversas procedencias y costumbres, no suelen ser los sitios más higiénicos. Por no ser los sitios más higiénicos y estar hacinados, son predilectos para las enfermedades comunicables o infecciosas. De esto no tiene la responsabilidad única la escuela, ni los maestros o los profesores. Si alguien es el responsable es el padre o la madre de familia.
¿Cuál es la medida higiénica más eficaz? El lavado de las manos. Si algo es imprescindible en la escuela es el AGUA. La limpieza y la conservación de los lavamanos es responsabilidad de los estudiantes. Si es de los estudiantes es de los padres y las madres de esos estudiantes educarlos para respetar la propiedad escolar.
Los maestros y profesores también tienen que ser garantes de tales enseñanzas. ¿Cómo hacerlo? Con el ejemplo y dedicando al currículo escolar algunas horas o varias sobre higiene personal y del ambiente.
Se ha calculado que, en los mejores sitios y escuelas en cuanto a medidas higiénicas de excelencia, los niños sufren entre 6-8 infecciones respiratorias durante cada año escolar. A medida que el niño crece en años, el número de infecciones en el ambiente escolar disminuyen. La memoria inmunológica adquirida mediante el cumplimiento de los programas de vacunación, tanto en las clínicas públicas como en las privadas, y la exposición a las enfermedades a lo largo de su trayecto social, lo protegen posteriormente con mayor eficiencia.
Si se trata de parvularios con niños muy pequeños, antes que exigir extemporáneamente que los niños para entrar al parvulario tienen que controlar sus esfínteres, la institución debe incluir en su oferta, vigilancia y cambio de pañales higiénicos.
Quizás ya hoy es tarde para que usted compruebe que las facilidades que cuenta la escuela garanticen la higiene, por ejemplo; lavamanos, escusados, jabón y toallas desechables; cuántos niños meten en un salón o clase; a cuántos niños le permiten tener al mismo tiempo a cada maestro o nana. Eso le da una idea del estado de higiene, del interés en no constituir el lugar en un reservorio eficaz de infecciones. Y hablando de jabones, el jabón de barra es superior al líquido e igual de higiénico o mejor. Los jabones líquidos son bastante alérgenos y no favorecen la piel de los niños.
Algo que se escribe, pero no se lee, y si se lee no se le hace caso es esa actitud poco solidaria de los padres de mandar a las escuelas a sus hijos enfermos. La escuela es para divertirse y aprender, no para quitarse a los hijos de encima. La escuela tiene que ser firme y convencida de que esta medida beneficia a los otros niños. Pero la responsabilidad de hacer cumplir la exclusión es del Director de la escuela, no de los maestros.
No voy a adentrarme en los alimentos, pero ya creo que caló la petición de muchos años de no permitir la venta ni el consumo de “alimento chatarra” (confieso que estos es un oxímoron porque la chatarra no es alimento). Comer es un hábito, se aprende, y comer bien es un hábito saludable. Comience temprano a enseñar a sus hijos a comer bien. Envíe a la escuela loncheras con alimentos saludables y la escuela debe honrar el deseo de los padres que a sus hijos se les cuide mientras se les enseña con amor y respeto.
No voy a extenderme más sin hacer un llamado a las autoridades que regentan la salud pública, las del Ministerio de Salud. Les corresponde a estas autoridades entrenar al personal docente sobre medidas de higiene a observarse y que las mismas se practiquen en las escuelas.