La pobre salud cardiovascular es la mayor causante de mortalidad a nivel mundial, y Panamá no es la excepción. Entre los principales motivos de consulta externa según el reporte ‘Indicadores de Salud Básicos, Panamá 2014′ del Ministerio de Salud (Minsa), se encuentran la hipertensión esencial (presión alta) en tercer lugar, y la obesidad en décimo puesto, ambas condiciones que influyen directamente sobre la salud del corazón.
El mismo reporte señala que la enfermedad cardiovascular constituyó el 26.9% de las muertes registradas en el país en 2012 y lista las enfermedades isquémicas del corazón como la segunda causa más común de muerte tanto en hombres como mujeres de Panamá. Esto refleja las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que reportan las enfermedades isquémicas del corazón como la principal causa de mortalidad a nivel mundial en 2012 (7.4 millones de personas). No es sorprendente, entonces, que haya cuatro innovaciones médicas para la salud cardiovascular entre las 10 más importantes del 2015, según Cleveland Clinic.
Estas fueron la unidad móvil para ‘derrames’, los bloqueadores de PCSK9 (un gen que regula los niveles de colesterol), el marcapasos inalámbrico y un nuevo medicamento para la insuficiencia cardíaca.
Sin embargo, todas las últimas innovaciones médicas no necesariamente llegan a Panamá o, si lo hacen, no se adoptan con la misma rapidez que en países desarrollados y con mayor población.
Por esto y con motivo del Día Mundial del Corazón, que se celebra hoy, conversamos con el Dr. Daniel Pichel, médico cardiólogo, para precisar cómo los avances tecnológicos y científicos han influido en la manera como se maneja la salud cardiovascular en nuestro país.
Existe una variedad de aplicaciones para teléfonos inteligentes y también wearables (dispositivos que se llevan puestos), que permiten monitorizar desde actividad física y alimentación hasta presión arterial y saturación de oxígeno. ‘Hay una serie de parámetros generales que se pueden medir a través de los wearables , para tener una idea clara de lo que está pasando en el sistema’, señala Pichel. ‘Tengo pacientes que se monitorizan, con estos apps , la presión arterial, el peso o la composición corporal y me envían los informes’.
Otro aspecto de mucha utilidad, según Pichel, es la facilidad de acceso a información que tienen los pacientes a través del Internet, para entender mejor sus enfermedades. Sin embargo, considera vital que los pacientes consulten sitios confiables, creados específicamente para el público general y no para consumo médico. Entre sus recomendaciones incluye las plataformas de Medscape, WebMD, Mayo Clinic, Cleveland Clinic y Johns Hopkins.
Para los médicos, el acceso a la web también es un cambio radical en la forma como se hace medicina. ‘Antes teníamos que irnos a un libro o una revista médica, pero ahora tenemos toda la información que se nos antoje en la palma de la mano’, explica. Esto permite atender mucho mejor en la consulta. ‘Es muchísimo más fácil explicarle a los pacientes con videos y figuras… El iPad nuevo, por ejemplo, tiene un programa de anatomía que se utiliza para enseñarle a los pacientes sus condiciones’ .
También se ha avanzado en cuanto a la tecnología de dispositivos implantables. ‘Hoy en día utilizamos el ‘Reveal’, un dispositivo que se implanta debajo de la piel que graba todo lo que va ocurriendo en el corazón’, indica Pichel. Si el paciente presenta un síntoma, este le permite al médico identificar lo que ocurrió en el momento preciso del evento. El sitio web de la compañía de tecnología médica Medtronic revela que este dispositivo se utiliza en pacientes que experimentan desmayos relacionados a irregularidades del latido cardíaco. ‘Por otro lado, la tecnología de marcapasos ha cambiado tremendamente’, resalta el cardiólogo. ‘El manejo de la insuficiencia cardíaca ahora tiene muchísimo que ver con el uso de dispositivos implantables que reducen la mortalidad en pacientes, lo que cambia por completo su pronóstico’.
Hace unos años se empezó a hacer en Panamá el procedimiento TAVI, una cirugía mínimamente invasiva que reemplaza una válvula aórtica a través de una arteria, ‘sin necesidad de hacer una cirugía de corazón abierto, que implique que el paciente se quede hospitalizado por una semana en cuidados intensivos’, afirma Pichel. ‘Es un procedimiento súper interesante, similar a poner un stent en una arteria coronaria’.
Otro tratamiento percutáneo que comúnmente se realiza en el país es la angioplastía, una intervención no quirúrgica para abrir las arterias coronarias que se han estrechado u obstruido. ‘Hoy día todo lo que se hace para el manejo agudo de un paciente con un infarto se puede encontrar en varios hospitales del país’, expresa el doctor. ‘Estamos muy bien en cuanto a los aspectos tecnológicos generales para diagnósticos y tratamientos, salvo cuando se trata de trasplantes y corazones artificiales’, concluye, dado que en Panamá no se ha montado un programa de trasplante cardíaco por el bajo volumen de pacientes.
‘La única manera como se reduce a largo plazo la incidencia de enfermedades de tipo cardiovascular es con base en políticas reales, donde se le enseñe a los niños a comer y hacer ejercicio’, destaca el Dr. Daniel Pichel, cardiólogo del Hospital Paitilla y miembro de Cardiólogos Asociados de Panamá.
Como ejemplo de esto destaca un programa que se ha estado llevando a cabo en Colombia, coordinado por Plaza Sésamo y el Dr. Valentín Fuster, cardiólogo y director de la división de cardiología del hospital Mount Sinai en Nueva York. El programa educa a los niños sobre dieta, ejercicio y demás aspectos generales de la salud. ‘Han hecho estudios interesantes que muestran cómo los padres de esos niños mejoran sus parámetros de salud, porque sus hijos llevan lo aprendido a casa… La gente no valora la fuerza que tiene un niño insistiendo, pero es real’.
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